70-47. La incontestable victoria de España ante Grecia la encumbra como el mejor equipo del mundo, en el que es el mayor hito en la historia del deporte colectivo español. pero más allá de un análisis deportivo, dedico este post a romper una lanza por el deporte del baloncesto en España.
Y es que el baloncesto, especialmente en los últimos tiempos, ha sido un deporte ninguneado, maltratado, parodiado y minusvalorado por gran parte de la clase periodística deportiva española, sobre todo la que podríamos calificar como "monofutbolística".
Desde finales de los años 80, en los que la brutal popularidad del deporte de la canasta causó pánico a cierto sector de periodistas futboleros que lo vieron como una amenaza casi personal, el basket ha sufrido un boicot mediático totalmente inaceptable.
Aprovechando fiascos como las derrotas de la selección ante Angola (JJ OO 92) o China (Mundial 94) se intentó sepultar al segundo deporte del país para que no pudiera emerger y volver a incomodar al fútbol. Conste que no tengo nada en contra del balompié, es más, es un deporte al que soy aficionado y que sigo de cerca.
Pero desde aquí denuncio una situación que ha venido siendo intolerable, especialmente desde los medios de Prisa, que se han convertido en fiel exponente de este extraño e incomprensible fenómeno. Como ejemplo más claro, en la víspera de la final (antes del comienzo de un apasionante España- Liechtenstein), el director de Carrusel deportivo , persona que padece un patológico rencor al basket pero que empezó su carrera profesional en el Carrusel baloncesto de la SER, casi aplaudía, en tono de mofa y desprecio absoluto, que su especialista en fútbol internacional afirmara abiertamente (aparte de decir con sorna que se saltaría las primeras 18 páginas del "As" porque iban dedicadas al baloncesto) que no iba a ver dicho partido "porque iba a sacar de paseo a sus hijas". Una actitud poco seria y nada profesional de una persona que dirige un programa que se llama Carrusel deportivo, y no Carrussel fútbol.
Y en esas estamos. Dentro de unos días, todas las alabanzas mediáticas a la selección acabarán, y la vorágine de estos días, lamentablemente volverá a dar paso a un escenario periodístico en el que una ligas en constante crecimiento deportivo y de seguimiento como la ACB y la Euroliga serán obviadas para ensalzar otros eventos que mucha gente pueda tener en mente y que probablemente no sean merecedores de dicha atención. Pero al menos quedará la sensación de que el baloncesto no se debilita, sino que cada vez es más fuerte y hechos como el campeonato del mundo aún van a asentarlo más, le pese a quien le pese.
Y ahí quedará este grupo de monofutboleros, esperando dos años para volver a narrar el enésimo ridículo de la selección de fútbol. Y acabarán asociados, en la mente del aficionado o consumidor de información deportiva, al concepto de fracaso.
domingo, septiembre 03, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Totalmente de acuerdo. Ahora se apuntarán todos al carro ganador.
Publicar un comentario