lunes, septiembre 04, 2006

Hacia el deporte más universal.

Una de las conclusiones que se pueden sacar, tras la conclusión del mundial Japón 2006, aparte de la adhesión interesada y oportunista de todos los medios que normalmente ningunean este deporte, es la proyección universal del deporte de la canasta.


En la guía previa al mundial de fútbol de Alemania, el periodista Julio Maldonado postulaba que el balompié era "el más universal de los deportes o el único deporte verdaderamente universal". Para ello hablaba, en tono grandilocuente, de un partido de fútbol, un estadio lleno en Pyongyang, Corea del Norte, el país más aislado del mundo. El relato termina afirmando, como nota de color, que detrás de las porterías había colocadas unas ... canastas de baloncesto. Vaya... ¿será que en ese remoto e inaccesible país también se juega al deporte de la canasta?


Con este ejemplo, quizá algo simplista, se puede reflejar la ignorancia de los periodistas monofutbolistas como es el caso del señor Maldonado, que escribiendo estas cosas, reflejan un gran desconocimiento sobre todo lo que no sea su parcela.


Y es que el campeonato japonés ha mostrado un dato interesante y positivo para este deporte. En primer lugar por la acogida del público nipón, que pese a que su selección cayó en primera ronda, llenó los pabellones. Ver a 15.000 personas en Saitama viendo un Eslovenia - Turquía de octavos de final es un buen botón de muestra y provoca un gran optimismo en todos los que amamos este deporte.


¿Por que hablo de "hacia el deporte más universal? Porque el mundial ha reflejado que el baloncesto es el único deporte en el que hay equipos competitivos en los cinco continentes. El nivel futbolístico (tomo el fútbol porque es el único que podría hacer sombra) de Oceanía, Africa, Asia y America del Norte es sencillamente infame, diciéndolo suavemente. El fútbol es Europa (bueno, 4 o 5 selecciones europeas, entre las que no se encuentra España), Brasil y Argentina. No busquen más porque no hay. Pese a los sesudos análisis de "Maldini".


Los octavos de final del mundial de Japón han tenido representación de los cinco continentes. Aparte de lo que consideraríamos como " núcleo central" (Europa+ EE UU), nos encontramos con dos equipos africanos (Nigeria y Angola), dos oceánicos (Australia y Nueva Zelanda) un asiático (China) y un sudamericano (Argentina).


Ver que Nigeria y Angola pueden tutear a grandes como Alemania y Francia, que Nueva Zelanda hizo sudar a la campeona olímpica Argentina o que China progresa de cara a los Juegos de 2008 muestran la universalidad y grandeza del baloncesto. En un mundial de fútbol sobran más de la mitad de las selecciones, dado su juego ramplón y mediocre; en uno de basket, hay grandes equipos (Rusia, Croacia, Canadá, Israel, Letonia...) que no han sido capaces de clasificarse, dada la dureza de los campeonatos europeos o americanos.



Y podríamos hacer una selección de grandes estrellas nacidas en zonas baloncestísticamente "periféricas". Allá va... Shane Heal, Andrew Gaze, Andrew Bogut, Luc Longley (Australia) , Pero Cameron (Nueva Zelanda), Yao Ming, Wang Zhi Zhi (China), Oscar Schmidtt Becerra, Nené Hilario (Brasil), Ginobili, Nocioni, (Argentina) Dikembe Mutombo (RD Congo), Manute Bol (Sudán), Akeem Olajuwon (Nigeria)... ¿Alguien se imagina un elenco igual construido con jugadores de zonas "periféricas" en otro deporte ? ¿una selección de fútbol tan potente con futbolistas africanos asiáticos y norteamericanos ? Yo, francamente, no.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

totalmente de acuerdo. Leña a los ignorantes

PMV dijo...

En eso estamos...