El Madrid cayó en la prorroga ante el CSKA en uno de los partidos más vibrantes jugados por el conjunto blanco en las últimas temporadas. Con un pabellón casi lleno y un ambiente excepcional, los locales salieron extramotivados, y con un inicio demoledor, pusieron 10 puntos de ventaja a las primeras de cambio (15-5)
El conjunto de Maljkovic hizo un primer cuarto de ensueño, bordando el baloncesto en ataque, con gran inspiración de su pareja interior, formada por Bueno y Fotsis, que rallaron a gran altura durante todo el choque. Pese a todo, los moscovitas no se descomponían, y de la mano de los triples de Granger junto con el acierto en la línea de tiro libre de Brown, conseguían acabar el primer cuarto a sólo 5 puntos del Madrid (26-21)
La entrada de Papaloukas por parte de los moscovitas cambió las tornas del encuentro, ya que el base heleno dió fluidez al juego de ataque ruso, con asistencias de gran calidad, lo que propició que el CSKA tomara la iniciativa (26-28). La tónica de igualdad se mantendría hasta el descanso, al que se llegó con 4 puntos a favor del equipo de Moscú (47-51).
La diferencia a favor de los visitantes llegaría hasta los 8 puntos, (47-55), pero de nuevo el Madrid retomó la senda del inicio del encuentro, y aprovechando varios tiros exteriores de Bullock y Herreros volvió a darle la vuelta a la situación, justo a la finalización del tercer cuarto (68-67) El último cuarto sería un tira y afloja constante entre ambos equipos, con diferencias mínimas para unos y otros. Andersen y Granger mantenían a flote al CSKA , mientras que el Madrid , fruto de la precipitación de jugadores como Bennett o Bullock, perdía ocasiones para establecer distancias en el electrónico.
Fotsis tuvo la oportunidad de dar la victoria a los blancos cuando dispuso de 2 tiros libres con 83- 84 a falta de cuatro segundos, pero el ala pivot griego sólo acertó con uno, llevando al partido a la prórroga.
En el tiempo suplementario volvió a aparecer la calidad del australiano David Andersen, que adquirió protagonismo absoluto, tanto por sus acciones ofensivas como por su conato de pelea con Bueno. Con 94-93 a favor de los locales los árbitros dieron por buena una canasta de Papaloukas que no llegó a entrar, ya que consideraron que Burke tocó el aro de forma antirreglamentaria. En la jugada siguiente una mala selección de tiro de Bennett casi sobre la bocina acabó con las esperanzas blancas.
REAL MADRID (94). Bennett (13), Bullock (17), Gelabale (15), Fotsis (17), Bueno (11) -quinteto- Herreros (6), Burke (2), Hervelle (5) y Sonko (8)
CSKA MOSCÚ (95). Holden (10), Brown (19), Granger (18), Dikoudis (2), Andersen (25) -quinteto- Papaloukas (7), Muursepp (8), Pachoutine (-) , Savrasenko (6) y Panov (-)
Palacio Vistalegre. 13000 espectadores
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