lunes, mayo 01, 2006

Valoración de la Final Four Praga 2006

CSKA de Moscú , nuevo campeón de la Euroliga tras vencer en una final más que apasionante al favorito Maccabi (73-69). De la mano del genial Papaloukas, el equipo de Messina ha conseguido este título en un choque vibrante, dinámico, aguerrido pero tremendamente deportivo. Los moscovitas supieron dominar el "tempo" del partido, proponiendo un partido a pocos puntos (que no rácano), que es casi la única forma existente que puede haber de frener a los de Tel Aviv.


El partido tuvo de todo, primeras ventajas de los hebreos, posterior remontada rusa para llegar a dominar por 11 puntos, nueva vuelta de tuerca israelí en el tercer cuarto para llegar a un final taquicárdico en el que los moscovitas han sabido jugar mejor sus bazas. Alguno tenía que ganar, aunque tras el espectáculo ofrecido ganan los dos y gana el baloncesto europeo.


Esta Final Four ha servido para engrandecer aún más la fugura de Theodoros Papaloukas. El griego es un director de juego fuera de serie que, con sus dos metros de altura, su visión de juego y su rigor táctico le hacen un jugador único y codiciado. Junto a él, el talentoso ala pívot esloveno Matjaz Smodis, el versátil David Vanterpool , el explosivo "ruso" Jon Holden, el glacial Trajan Langdon y la torre Alexsei Savrasenko han multiplicado su aportación para hacer olvidar a su estrella, el australiano David Andersen, ausente en las canchas desde que se lesionó a finales de enero contra el Madrid en Vistalegre. Y no olvidemos a Ettore Messina, un grande de los banquillos que por fin gana una Final Four.


Maccabi Tel Aviv. El destrozar al Tau en semifinales ha podido venirle mal, ya que han podido en algún momento sentirse superiores, y eso se paga. Tras la exhibición del primer partido, en el que sus acciones casi rondaban la perfección, no han sabido rematar la faena y acaban subcampeones. Will Solomon no es Jasikevicius, y aunque ofensivamente aporta tanto o más que el lituano (con peores porcentajes), dirigiendo al equipo es muy justito y se mueve por oleadas. El mal partido de Vujcic y Parker ha hecho el resto. Aún así, han mostrado hechuras de equipo campeón.

Tau Vitoria. Tras llegar a su segunda Final Four consecutiva, los vitorianos fueron borrados del mapa por el Maccabi y no mostraron nigún argumento para detener el vendaval israelí. Al menos se vuelven a casa con la honrilla de imponerse al Barcelona en la final de consolación.


Winterthur FC Barcelona. Fiel a sus costumbres y quizás esclavo de su historia, el Barcelona ha vuelto a viajar a una Final Four para hacer turismo y poco más. Tras lograr comprometer al CSKA durante algo más de medio partido, todas las escasas opciones de hacer algo grande se evaporaron con unos últimos minutos en los que afloraron todas las carencias de un conjunto construido con talonario, pero cuyos mimbres no dan para más. Panathinaikos, Efes Pilsen o Benetton son solo tres ejemplos de equipos que hubieran dado más empaque a esta fase final de la Euroliga.

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